Cuando emigras tan joven buscas lugares comunes y puntos de encuentros muchas veces con venezolanos que consideras valiosos y aunque jamás los conozcas sientes orgullo de de compartir el gentilicio.
También me pasó que cada vez que decía que Soy venezolana me replicaban «ahhh Chavéz, Maduro, escasez…» y yo siempre responderé «Sí, y gente educada, profesional, echada pa´lante» y así consigo incluir en la conversación algún venezolano con mérito reconocido, es que talento no nos falta.
Hoy descubrí a Franz Conde un chef del cual copio algo tan certero «el deber de estar dispuesto a no ser nadie y a empezar de cero.» … quién me conoce sabe que es parte de mi esencia, con 38 años he empezado de cero al menos 4 veces ¡y es que una le agarra el gustico al reto!